sábado, 7 de febrero de 2015

Movie Critic: Whiplash, Música y Obsesión

El debut directorial de Damien Chazelle nominado a 5 premios de la academia incluyendo Mejor Película (y 4 nominaciones a los Pepe's Movie Blog Awards) se estrenó el 22 de Enero. Mejor tarde que nunca, nuestra opinión.

Hay secuencias de películas que son intensas. Por ejemplo, la escena del despegue del avión en Argo, esa es una secuencia intensa. La misión del asesinato en La Noche Más Oscura también. Después hay películas intensas, las que no otorgan respiro al espectador. Como Vivir al Límite de Kathryn Bigelow. ¿Que tienen en común? Que en todas estas películas, los personajes en la secuencia corren riesgo de terminar muertos. Hay armas, vidas en juego, y en Whiplash hay solo baterías, trompetas y partituras, y se merece estar en esa lista. Es una de las películas más intensas en los últimos tiempos, y demuestra que no necesita meter a la audiencia en una situación de vida o muerte para emanar considerable tensión.
Whiplash como título refiere a varias cosas: 1_ Es un onomatopeya de la batería 2_Es el nombre de una canción que los personajes de la película aprenden y 3_Su significado literal es "Latigazo". A el título le es apropiado los tres significados perfectamente, y Whiplash es una explosión de principio a fin.
Andrew Neiman (Miles Teller) es un aspirante baterista de Jazz que estudia en la academia Schaffer, la mejor academia de música del país. Un día, es transferido a la clase de Terrence Fletcher (J.K. Simmons) uno de los profesores más prestigiosos. Luego se dará cuenta que Fletcher tiene un método de enseñanza muy particular: Fletcher quiere que sus alumnos sean grandes, y para esto los empuja a límites inimaginables, básicamente quebrándolos física y emocionalmente para sacar el gran músico dentro de ellos.
Hipnotizante, energizante y electrizante, Whiplash es un tour-de-force que no es por un segundo pálida. El director Damien Chazelle, que basó la película en un corto que realizó él mismo, realmente demuestra su incuestionable talento en una película con incesante pulso e imágenes hechizantes. Es la perfecta mente para una película con música como su núcleo, y el manejo de la película es admirable y uno de los mejores logros directoriales nominado a los premios este año. Del mismo estándar son las actuaciones. Miles Teller, que ni siquiera sabe tocar la batería en la vida real, es excelente como el antipático y obsesivo Andrew Neiman. Su intensidad hace pareja con la amenazante y deliciosamente diabólica presencia de Fletcher interpretada por J.K. Simmons, que deja en el pasado sus papeles secundarios de fondo y entra a la luz para hacer los sueños de Neiman una pesadilla en tal vez su mejor papel en su larga carrera. Simmons y Teller, las únicas estrellas, brillan alto en este pasmosa obra maestra que es un clásico instantáneo del género musical. Es fresco, distinto y chocante. Efectiva en todas sus formas, Whiplash: Música y Obsesión latiga su camino hacia la grandeza.

NUESTRO PUNTAJE: 10

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