jueves, 5 de febrero de 2015

Movie Critic: El Código Enigma

Dirigida por Morten Tyldum y producida por el tiresias de los Oscars, Harvey Weinstein, El Código Enigma abrió al público argentino hoy. ¿Merece los aplausos?


El Código Enigma podría ser una de las películas más divertidas nominadas a Mejor Película esta temporada de premios, si no fuera por otras entradas como El Gran Hotel Budapest.
Cuando digo divertido, no digo que esta película es una comedia, si bien tiene varios momentos de humor hábilmente añadidos al guión escrito por Graham Moore, pero es también vertiginosa, cautivadora, excitante, emocionante y palpitante, todo esto sin contar con una sola escena de tiroteo. El Código Enigma reemplaza las armas con palabras y matemáticas que probablemente la gente normal no entiende, y fueron rebajadas para el entender de la audiencia común, y el resultado es dulcemente entretenido. Es todo lo que, para poner ejemplos, Inquebrantable pudo haber sido. Una biopic tradicional sobre una historia de vida alucinante que poca gente conoce, en este caso del posiblemente oficial inventor de la computadora, Alan Turing, que en su época descifró el Código Enigma y llevó a los aliados a ganar la guerra. Mientras que Inquebrantable es una producción expansiva, El Código Enigma logra sentirse más íntima y más cerca del corazón.
Encargado de interpretar a Alan Turing está Benedict Cumberbatch, en tal vez su mejor actuación que hemos visto en la pantalla grande hasta ahora. Es una bomba explosiva que nunca detona, pero vemos sus ansias por detonar en cada momento, y todos esos momentos resultan conmovedores. Es él perfecto vehículo para Moore, y lo mismo son los otros personajes. Keira Knightley demuestra ser más que eficiente nuevamente como actriz de reparto, y bienvenido es Matthew Goode, que aparece poco en pantalla, y siempre es agradable ver el empleo de su carisma.
Morten Tyldum trae entonces una película sobre Turing y las personas que ayudaron a ganar la guerra, una historia que está tan excelentemente contada como si cualquier gran director la hubiera hecho. Podríamos apreciar también lo completo que se muestra el guión de Graham Moore, pero ignoraríamos un hecho anterior. El Código Enigma sigue siendo estrictamente una biopic tradicional.
Momentos trillados hay de sobra, y estos momentos son de completa aversión cuando se ve una película que se siente tan íntima. No solo resultan aburridos y llevan a la película a un nivel más ordinario, pero también quita del mundo de la película al espectador y lo devuelve a la realidad, recordándole que lo que esta viendo no es gente intentando resolver el código enigma, pero una película sobre esa gente.
El regocijo que otorga El Código Enigma la hacen tal vez el mejor pasatiempo sobre la Segunda Guerra Mundial que hemos visto en los últimos años. Es una historia expertamente contada, y una que como tantas biopics hoy, necesita ser contada. Que no sea un logro cinematográfico no signífica que la película, en todas sus facetas, resulte admirable. Para ponerlo en otras palabras, El Código Enigma es una superior producción de Hollywood que alcanza los dramas históricos de Steven Spielberg. No, no es La Lista de Schindler, pero es un sólido Salvando al Soldado Ryan, e incluso en algunos aspectos mejor.

NUESTRO PUNTAJE: 8.5/10

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