sábado, 14 de febrero de 2015

Movie Critic. Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia)

Con 11 nominaciones a los Pepe's Movie Blog Awards y 9 nominaciones en los Oscars, Birdman se convirtió rápidamente en una de las películas más aclamadas de la temporada. Te contamos si merece dicho aplauso.

Estamos en una época donde parece haber una escasez de películas que sean genuinamente únicas. Como si todo lo que hicieron Alfred Hitchcock o Stanley Kubrick por el cine se fue disolviendo en la historia, y en como resultado, la unicidad de una película parece ser medida por el grado de regocijo técnico que ofrezca un filme (Lo que sucede en películas como Boyhood o Gravedad, ambas excelentes películas que son únicas por sus proezas técnicas más que por sus historias). Sin embargo, Hitchcock y Kubrick, además de hacer películas únicas en escala técnica, era también únicas por la manera en que la trama formaba parte del espectador, otorgando experiencias viscerales que realmente se pegan a la audiencia por mucho tiempo después de los créditos. No solo eran películas reflexivas, pero eran imposibles de dejar de ver, y más todavía de no querer ver de nuevo, porque nunca era posible ver una de sus películas una vez y que nuestra resolución interna final sea satisfactoria. Según ellos, una buena película siempre deja preguntas para ser contestadas después.
Ya se que están pensando: ¿En serio vas a comparar a Alejandro Gonzalez Iñarritú con Hitchcock y Kubrick? No. Solo estaba poniendo la verdadera definición de una película única en todo su esplendor como primer párrafo. Iñarritú anteriormente había hecho películas que personalmente odie, como 21 Gramos y Biutiful, y películas que eran buenas pero les faltaba para convertirse en únicas, como Babel. Birdman es una película única. Técnicamente osada, cautivante y emocionalmente cargada, es una película cuyo efecto queda en el aire mucho más tiempo del que se espera.
Es una historia meta sobre un actor, Riggan Thompson (Michael Keaton), que solía ser un superhéroe llamado Birdman (Si no descifraron la "meta" todavía, Keaton solía ser Batman en la realidad) y que ahora no está en sus mejores días. Luchando por recuperar su relevancia y al mismo tiempo, por encontrar una integridad artística, Riggan da todo lo que tiene para realizar una obra en Broadway, que es una adaptación del famoso libro de Raymond Carver, What We Talk When We Talk About Love. Básicamente, la película se centra en el proceso que esta obra tiene que pasar para hacerse realidad, y las distintas luchas que tiene que superar Riggan. Por un lado, está perdiendo el amor de su hija Sam (Emma Stone), que también tiene una lucha interna en cuanto a su personalidad y su sed por rebelión. Por otro, tiene que soportar al enervante actor metodista Mike Shiner (Edward Norton) que se cree dueño de la obra apenas entra en ella, a pesar de que en la vida real, es un hombre que intenta buscar una identidad fuera del escenario. Pero quizas la lucha más importante es la de Riggan con su pasado, que parece atormentarlo y empujarlo a la locura. Es una película sobre muchas más cosas también. Básicamente, podríamos estar todo el día hablando sobre que trata Birdman, que temas toca, etcétera, pero no podemos. En conclusión, es una película expansiva.
Iñarritú realmente hace algo único con el filme. A través de trucos y trampas, y con la ayuda de los extremadamente hábiles cinematógrafo Emmanuel Lubezski y editores Douglas Crise y Stephen Mirrione, hacen como si la película fuera una toma continua (De acá viene Hitchcock con La Soga). Hay escenas largas, que están perfectamente coreografiadas por Iñarritú y demuestra la potencia que tiene todo el elenco (Todos son perfectos) en estar a la par con las tremendas exigencias que propone la película. El resultado final, si bien es posible ver cuando se corta la película, es divertido para seguirle el ruedo, y admirable por sobre todo.
Las actuaciones son excelentes e impecables de pies a cabeza. Keaton entrega la mejor actuación de su carrera en un papel que lo devuelve al cine de forma esplendorosa. Stone también entrega lo mejor de su carrera, robando escena tras escena. Norton se traga el papel de insoportable como él solo puede hacerlo, desapareciendo en el personaje. Zach Galifanakis incluso está excelente en esta película, dejando un poco el humor atrás y reemplazándolo por emociones más genuinas. Naomi Watts es siempre agradable, y es un buen extra a esta película. Todos son los perfectos títeres para Iñarritú, posiblemente el titiritero más juguetón de la industria hoy en día.
Por momentos una comedia negra, pero por otros un drama profundo, Birdman es una película que no solo encapsula la actualidad, pero la industria hoy. Es una explosión de creatividad y arte que es fascinante de ver, e imposible de dejar de ver. Es una película que se merece todos los laureles que recibe, y cuya ambición la hacen pedir muchos más.

NUESTRO PUNTAJE: 10

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