miércoles, 26 de febrero de 2014

Movie Critic: Dallas Buyers Club

Con 6 nominaciones a los Oscars incluyendo Mejor Película, la pequeña película independiente de  Jean-Marc Vallé ha sido un suceso extraordinario, convirtiéndose en el gran motor honorario de Matthew McConaughey. Lee nuestra reseña.



Luego del éxito leve de La Joven Victoria, el alma independiente de Jean-Marc Vallé, al parecer, extrañaba la academia, y nos trajo este filme de muy bajo presupuesto, que si bien llamó la atención de los festivales de cine de Sundance y Chicago, nunca se pensó que llegaría a tener un estreno mundial y mucho menos 6 nominaciones a los Oscars. La película se había estrenado muy temprano y si bien los críticos la recibieron con los brazos abiertos, los números no acordaron con la audiencia, los cuales fueron muy bajos. Pero la temporada de premios empezó, y Dallas Buyers Club comenzó a llevarse nominación tras nominación a Mejor Película, pero más importante, lleno de premios a sus actores principales: Matthew McConaughey y Jared Leto. Las performances son increíbles sin lugar a duda, pero la pregunta es si la película es igual de consistente. Por ahí, sin estos actores o personajes, la película sería una biografía bastante insípida de un hombre que sufría de SIDA y decidió hacer algo al respecto.
Debido a la ineficiencia del gobierno (y hospitales) el enfermo Ron Woodroof (McConaughey, que si bien con cada filme que hace demuestra cada vez ser un mejor actor que aquel que vimos en el engendro horripilante de Cómo Perder A Un Hombre en 10 Días, al parecer encontró el papel que lo llevará al oro), un cowboy homofóbico y acostumbrado a una vida de excesos, abre un club en Dallas en donde los suscriptores reciben todas las drogas que necesiten para tratar el SIDA que todavía no han sido aprobadas en los Estados Unidos.
La película hace una fuerte crítica al sistema de pruebas de medicamentos y preescripción de los hospitales. En esa época, y estábamos hablando de los 80', el miedo por la enfermedad del SIDA era un tema que cubría tapas en los diarios, muchos culpando el estilo de vida homosexual como orígen de la enfermedad. No ayudaba que las medicinas aprobadas eran tóxicas o causaban problemas secundarios que terminaban empeorando la condición del paciente. Durante su primera mitad, Dallas Buyers Club muestra todo esto de una manera sublime, acompañado de la vida y obra de Woodroof. Vallé nos atrapá con perturbadoras escenas en los hospitales o alrededores "junkies" de Dallas, y si bien la película podría haber sido pesada, evita a toda costa durante la primera mitad su inevitable caída en la segunda. Dallas Buyers Club intenta extender su historia con un giro emocional en el centro que la lleva por caminos más densos. Las escenas comienzan a repetirse, la historia comienza a sobre-extenderse. Es como si Vallé de repente haya perdido entero control de la armonía. En momentos, es una carta de amistad hacia la comunidad homosexual. En otros, una historia sobre el SIDA. Nunca la película encuentra realmente su posición ante la historia. Es pro-gay, sin lugar a duda, pero podría ser mucho más profunda, mucho mas moralizada y mucho menos azucarada en ese aspecto.
McConaughey, ya lo hemos dicho y lo decimos de nuevo, finalmente encontró el tipo de actor que tiene que ser. En su papel como drogadicto enfermo logra aportar carisma y conexión al filme. Jennifer Garner también está en la película, y hace de Jennifer Garner. Su papel es tan monótono e innecesario que es difícil no pensar "¿Cuál es el propósito de tener a este personaje que está absolutamente fuera de contexto en la historia, y solo sirve para mostrar una fracción del sistema de medicación en los hospitales, aunque pudo ser perfectamente explicado en otras maneras?"
La estrella, sin lugar a duda, es Leto, en el papel de su carrera. No solo interpretar a Rayon, un travesti casi anoréxico, drogadicto e hiperactivo, es suficiente hazaña. Sino que Leto logra traer una actuación para el siglo, disfrazándose completamente en el personaje y disolviéndose en la trama de la película. Las escenas más memorables tienen a Leto como parte más importante en ellas.
Dallas Buyers Club intenta tanto ser entretenida e informativa al mismo tiempo, que lo logra y después sucumbe a los errores típicos de grandes producciones hollywoodenses. No es una mala película, pero Vallé encuentra su debilidad al intentar atar tantos personajes y situaciones a un solo hilo. Es una excelente "media película", pero un flojo y aburrido tercer acto.

Nuestra opinión: 7.0

No hay comentarios:

Publicar un comentario