Movie Critic: Operación Red Sparrow

El reencuentro del dúo de Francis Lawrence y Jennifer Lawrence (Que colaboraron juntos en las últimas tres entregas de la saga Los Juegos del Hambre) es la adaptación de una novela de Jason Matthews y cuenta con la participación de Joel Edgerton, Matthias Schoenaerts, Charlotte Rampling, Mary-Louise Parker, Bill Camp y Jeremy Irons.

A pesar de sus eventuales deficiencias, Operación Red Sparrow tiene un primer acto muy interesante y provocador. En el vemos los orígenes de la historia de Dominika Egorova (Lawrence) como una "red sparrow", un conjunto de espías entrenados por el gobierno ruso para seducir a activos de interés para el estado. Este primer acto pone especial atención en el entrenamiento en igual partes sexual y violento de estos jovenes, elegidos por su belleza más que por su habilidad para seducir o resistir abuso. Es un desarrollo que mezcla un montón de influencias de las mas provocadoras: Un poco de Brian DePalma, un poco de Pasolini, un poco mucho de Verhoeven y, ¿por qué no? un poco de Kubrick también. El concepto de los cuerpos como "herramientas de estado", del sexo como el arma más letal y efectiva para entrar en guerra informática con otra nación, es siempre algo digno de explorar. La cinematografía, durante toda la película, permanece calculada y contenida: No hay duda que Jo Willems sabe como capturar una imagen en todo su esplendor (Aquellos familiarizados con la muy recomendable serie de STARZ/Amazon Video American Gods saben de que estoy hablando) y aquí logra mantener una estética visualmente placentera, y a veces algo perturbadora (De nuevo, logrando sus mayores glorias en ese primer acto). El tema es que Operación Red Sparrow rápidamente deja de provocar e incomodar, y en los restantes tercios del proyecto, la narrativa se desliza perezosamente hacia la típica película de espías "de la guerra fría" (Pongo comillas porque el filme toma lugar justo después de la guerra fría).

De hecho, el renunciamiento a lo peculiar del primer acto es tan completo que la película casi se convierte en una parodia de su género: Los personajes rusos hablan constantemente inglés con acento, incluso cuando están a solas, y lanzan todas sus líneas en un estereotípico monotono robótico. Hay giros, no uno, ni dos, sino incontables giros, que encuentran a Dominika yendo de un bando al otro en la historia, hasta el punto que resulta cómico. Tiene todos los elementos para convertirse en un placer culposo, pero carece de conciencia de si misma como para llamar a la pieza una sátira.

Jennifer Lawrence sorprende porque, como en ¡madre!, encontramos una vez mas a la superestrella elegiendo papeles que desafían los límites a los que están dispuestas a ir muchas actrices hoy en día, más aún en la era del #MeToo. Una escena en ese tan mencionado primer acto, que quizás más descaradamente toma inspiración de las dinámicas sexuales exploradas en los filmes de Verhoeven, encuentra a Lawrence en su momento mas audaz. Una lástima que Francis y el guionista Justin Haythe insistan en su acento ruso ya que varios momentos resultan ridículos en vez de efectivos debido a la incompatibilidad de acentos en la pronunciación de la actriz. Un momento muy agradable en el elenco lo entrega Mary-Louise Parker, que tiene uno de los personajes más excéntricos del filme, pero no tiene suficiente tiempo en pantalla como para hacerlo memorable.

En conclusión, Operación Red Sparrow es una película con una muy atrapante introducción y una desesperada necesidad de ingenio y vitalidad apenas empieza a desarrollar el conflicto. Con tanto talento involucrado, uno naturalmente espera más que "una película de espías de Telefé a las cuatro de la tarde".

Nuestra Opinión: 5/10