domingo, 10 de enero de 2016

Music Critic: David Bowie- Blackstar

En esta nueva sección, nos movemos de la pantalla a la música con una reseña del nuevo album de David Bowie, Blackstar. ¿Está este album a la par con la discografía de la leyenda del Glam Rock?

Después del sonido orgánico y pesado de The Next Day, el último album de estudio de Bowie, a todo el mundo lo tomó por sorpresa cuando Blackstar, el primer single de este nuevo album, presentó una estética completamente experimental y oscura. Claro, no es que Bowie no sea un artista experimental o satánico (En los 70', era uno de los artistas populares más avant-garde en el mercado, y ya tuvo proyectos satánicos en albumes como Heathen y Low), pero luego de su colorido último album, resultó chocante, si bien definitivamente misterioso e intrigante. Por eso, entrando a Blackstar, esperaba encontrar un sonido que Bowie nunca exploró, y al mismo tiempo, un sonido en el que Bowie parece estar más cómodo. La experimentación.
Empecemos por decir que la entera alegoría de Blackstar es la idea de Bowie abriéndose al oyente, y presentando su lado oscuro, sus fallas, sus heridas sin glamour alguno. Esa es una idea osada viniendo del rey del Glam Rock, pero justamente, Bowie intenta separarse de esa imágen en este album, sin despegarse completamente del género que lo hizo la estrella que es hoy.
Con 7 canciones, Blackstar es un album corto y conciso, con apenas 41 minutos de duración. Sorprendentemente, una de las canciones que más me intrigaron, el single ya previamente mencionado que lleva el título del album, creció a ser inescuchable tras dos o tres reproducciones. Los versos satánicos que abren y cierran esta canción son monótonos y tediosos, y la sobresaturación vocal en la mitad de la canción no deja lugar para que la producción respire. Hay unas interesantes capas de Jazz aquí y allí, pero en todo lo que tenga que ver con los vocales, la canción falla miserablemente.
Sin embargo, a pesar de "Blackstar", que abre el album con una impresión bastante rara, el resto del disco es desde sólido hasta espectacular. Bowie coquetea con una gran variedad de géneros, desde el hard rock en "Sue (Or in Season of a Crime) hasta el hip hop en "Girl Loves Me". Ambas canciones son opuestas en cuanto a sus debilidades y puntos fuertes. En "Sue" la producción y las letras son magníficas, con guitarras que chillan y esa narrativa Bowie que hace a albumes suyos como "Ziggy Stardust" tan especiales. Sin embargo, no hay nada interesante vocalmente en esta canción, contrario a "Girl Loves Me", donde en la experimentación vocal de Bowie encontramos todo el interés (Y en el extraño uso de lenguaje creado por Anthony Burgess en "La Naranja Mecánica) en vez de la monótona producción. Son sólidas canciones, aún así, y nos dan más razones para apreciar aún más el resto del album
"Tis' a Pity She was a Whore" es una canción que cuesta penetrar, pero una vez que uno logra captar la extrema complejidad de su producción, con capa tras capa de sonidos que parecen tener vida individualmente, un realmente aprecia su ambigüedad y oscilación. En "Dollar Days", la suave producción y la melosa voz de Bowie hacen a una canción estéticamente bella, mientras que en el sonido retro ochentoso de "I Can't Give Everything Away" nos encontramos con ese tan añorado Glam Rock en donde Bowie se especializa, además de algunos de sus mejores momentos como letrista: "Los corazones del apagón con florecidas noticias/Con diseños de calaveras en mis zapatos/No puedo darlo todo"
Sin embargo, estamos obviando a la mejor canción de todo el album, "Lazarus", una explosión de emoción en todos sus ángulos. La producción, con trompetas tristes y guitarras enojadas, y la voz melancólica de Bowie que expulsa líneas devastadoras: "Miren aqui arriba, estoy en el cielo/ Tengo cicatrices que no se pueden ver/ Tengo drama, no puede ser robado/ Todos me conocen ahora". Son palabras fuertes para un cantante que basó su carrera en el color y en la teatralidad. Nunca se vió a un Bowie tan personal y tan lejos de sus personajes.
En conclusión, Blackstar parece ser el album que faltaba en la discografía de Bowie: Un proyecto donde Bowie abra su corazón hacia sus fans y lo pongan a conocer no solo como un versátil musico sino también como un ser humano. No es el mejor proyecto, pero es más de lo que se puede pedir en sus 69 años de edad

MEJORES MOMENTOS: Lazarus, Tis' a Pity She Was a Whore, Dollar Days, I Can't Give Everything Away
PEORES MOMENTOS: Blackstar
PUNTAJE 8/10

Foto: David Bowie

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