sábado, 9 de enero de 2016

Movie Critic: La Gran Apuesta

Adam McKay (El Periodista, El Hombre Hormiga) juega su mano en el género de la dramedia financiera, y no está solo: Christian Bale, Bradd Pitt, Steve Carrell y Ryan Gosling lo acompañan. ¿Es esta película el éxito que parece ser o el fracaso que retrata?

Hay un momento en El Lobo de Wall Street en el que Jordan Belfort, interpretado por Leonardo DiCaprio, energéticamente y sin pausa comienza a explicar en términos ridículamentes financieros e imprenetables todo el dinero que estaba haciendo su firma de forma ilegal. De hecho, la compleja explicación resulta ser intencional cuando Belfort termina diciendo "Miren, sé que no entienden nada, pero solo sepan que estamos haciendo mucho dinero y de forma ilegal". Scorsese, y su guionista Terrence Winter, así se aseguraron de que el público ignore todo el quilombo gramático y se centre en la simpleza de que estos corredores de bolsa estaban ganando mucha plata ilegalmente y que en algún momento iban a caer.
Adam McKay, el director y co-guionista (Charles Randolph es el otro responsable) de La Gran Apuesta, no parecieron encontrar esto para nada útil. Entonces, cada vez que los términos financieros se vuelven complicados en su película, la historia se corta y los personajes rompen la cuarta pared y se toman el tiempo para explicar de la forma más simple posible a que se refieren. Al menos que uno haya estudiado Economía y sea un experto en finanzas, uno nunca va a comprender enteramente lo que sucede en La Gran Apuesta, pero el esfuerzo de la producción eventualmente rinde frutos, por lo menos en dosis pequeñas, y logran que un tema tan denso como las causas de la crisis inmobiliaria de los Estados Unidos del 2008 sea entretenido y atrapante. El Lobo de Wall Street es una divertida película sobre un peculiar hombre, su estrellato y su caída. La Gran Apuesta, que básicamente utiliza un formato parecido a la película previamente mencionada, es sobre cómo los bancos dejaron a un país en quiebra para su propio beneficio. Oh, si, hay algunas risas en La Gran Apuesta, pero es difícil que uno se sienta feliz y optimista al terminar de ver esta dramedia financiera.
Esta es la historia real de los hombres que vieron que el mercado inmobiliario iba a colapsar cuando el mismo estaba en su punto máximo y solo parecía ir para arriba. Quien primero descubre esto es Michael Burry (Christian Bale), el manager de fondos de una firma llamada Scion que es socialmente inepto y recluso. Cuando comienza a "apostar" en contra del mercado inmobiliario, los bancos más que felices aceptaron su dinero perdido, notándolo de loco e insensato. Excepto Jared Vennett (Ryan Gosling) de Deutsche Bank que ve en su predicción una oportunidad para atraer inversionistas. Así llegan Mark Baum (Steve Carrell) y su equipo de equitativamente cínicos gruñones que desconfían completamente del sistema. A través de su investigación e inversiones, se darán cuenta que lo que Burry descubrió no es solo cierto, sino más grande de lo que uno se puede imaginar. Además, están Charlie Geller (John Magaro) y Jamie Shipley (Finn Wittrock), inversores amateurs que descubren esta oportunidad y atraen al banquero retirado Ben Rickert (Bradd Pitt) a la apuesta. Y de ahí, estas personas pasan a ver como sus predicciones se tornan realidad.
Primero, sí, este crítico piensa que La Gran Apuesta es una película mucho mejor lograda que El Lobo de Wall Street. Seguro, El Lobo es más divertida, más simple y tiene a Margot Robbie (No quiero arruinar nada pero se podría decir que esta película tiene a Margot Robbie también). Sin embargo, La Gran Apuesta es más atrapante en todo sentido: Todo término es explicado, el humor es claro y nunca transgresor, las actuaciones son fenomenales, y la forma en que la película está filmada, escrita y editada es extremadamente original, haciendo imposible despegar los ojos de la misma.
Hablemos del claramente gran elenco. Es fenómenal, de todos lados. Christian Bale interpreta a su excéntrico personaje de manera humana, y le agrega capas de complejidad en el proceso. Steve Carrell es la definitiva estrella. Es energético cuando se lo necesita, y extremadamente silencioso cuando apropiado. Su personaje es definitivamente el más cautivador de todos, y eso dice mucho en una película plagada de gente real, cada uno muy peculiar individualmente.
La película, como ya hemos dicho, rompe la cuarta pared y apela al público. A veces para explicar, a veces por humor y a veces porque sí. Varios de estos momentos distraen, sobre todo cuando ciertos famosos inesperados aparecen para explicar como funcionan las hipotecas, o incluso en momentos en que los mismos personajes, financieros extremadamente ágiles y profesionales, se explican términos que deberían conocer de forma tonta, con una torre de Jenga o con un dibujo. Sin embargo, por más forzados que estos momentos parezcan, no puedo decir que no fueron útiles para tomar un respiro y captar las extremidades de la historia. La Gran Apuesta hizo que quiera entrar con toda la furia a un banco, subir hasta la oficina del empleado con el sueldo más grande y exigir respuestas. Eso es un complemento más que grande.

Nuestra Opinión: 9/10

Foto: Paramount/New Regency

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