miércoles, 2 de agosto de 2017

Movie Critic: El Planeta de los Simios, La Guerra

Resultado de imagen para war for the planet of the apesLa tercera (¿y última?) película en la trilogía reboot/precuela de la famosa saga simios iniciada en los 60 está nuevamente dirigida por Matt Reeves y trae de vuelta a Andy Serkis como la voz de César, además de contar con la nueva presencia de Woody Harrelson. ¿Es un buen broche a la trilogía?

La nueva trilogía de los simios (y uno podría decir que la saga de los simios en general) maduró considerablemente desde los inicios. La primera película, dirigida por Rupert Wyatt, era en toda su definición una primera película, un claro inicio de franquicia. Su propósito estaba más en introducir a los personajes y a su universo que en explorar cinematográficamente territorios nuevos. Luego tuvimos la superior El Planeta de los Simios: Confrontación, dirigida por Matt Reeves; una simple pero eficaz película de acción llena de momentos de tensión y de una narrativa irresistiblemente rápida.
Ahora, con El Planeta de los Simios: La Guerra, encontramos un filme que se toma un mayor tiempo para explorar temáticas y para sumergirse en el comentario social sin solo apenas mojar las pies en dicha zona. La franquicia siempre fue una manera de ver la realidad actual con otros ojos, como toda buena obra de ciencia ficción; un espejo metafórico que revela más verdades que fantasías, y eso es lo que resulta muy atractivo de Guerra comparado con sus predecesores. ¿Qué repele? Su inhabilidad para mantenerse constante y coherente.
El título ya explica bastante bien el argumento del filme: Hay una guerra entre humanos y simios por el planeta en que habitan. Los simios piden el bosque como su territorio, pero los humanos, amenazados por los seres ultra-inteligentes, no ven este trato como viable. Luego de un acto de despreciable violencia hacia César (Andy Serkis) y su comunidad, el líder mono irá a enfrentar al supuesto líder de los humanos, conocido para ellos como el Coronel (Woody Harrelson), lo que desatará una lucha más fogosa entre ambas facciones.
Visualmente, la película de Reeves sigue siendo de lo más refinado que el cine "blockbuster" ofrece hoy en día: El cineasta volvió a trabajar con Michael Seresin, quien filmó Confrontación y la más bella de todas las Harry Potter, El Prisionero de Azkaban, y nos otorgaron un filme con una fotografía indulgente e imágenes seductoras. Los efectos visuales, en especial el diseño de los monos, siguen quitando el aliento incluso ya con tres películas que utilizan la misma tecnología. Es maravilloso ver emociones tan nítidas en los simios, de forma que la audiencia rápidamente puede conectar con ellos, incluso más que con los humanos. Finalmente, cabe aclarar que ese es otro cambio bienvenido: En Orígen, teníamos a James Franco, mientras que en Confrontación teníamos a Jason Clarke. Pero esta vez, los humanos son los villanos, en su totalidad, excepto por la pequeña Nova (Amiah Miller) que si bien resulta ser una amiga para los simios, nunca ocupa el lugar de "héroe humano para que la audiencia se sienta cómoda". Guerra sugiere que el espectador se sienta emocionalmente involucrado con los simios, y en cierta medida funciona, ya que no solo el filme toma provecho de dicha situación para exprimir los mensajes no-tan-subliminales, sino que además crea espacios de tensión para los personajes. La banda sonora de Michael Giacchino es también la mejor de la trilogía, quizás una de las mejores del año. En la extensa selección musical, tenemos desde dramáticas piezas de piano y violín hasta eclécticas suites tropicales.
Pero Guerra está muy lejos de ser perfecta. Uno de sus principales obstáculos es la duración: 140 minutos no parece ser un salto enorme considerando que Confrontación solo fue 10 minutos más corta, pero la duración se siente. Reeves, al poner todo su esfuerzo en lo que el filme tiene que decir, olvida mantener consistente el ritmo del proyecto. Si bien el guión siempre empuja la narrativa adelante, la película es por momentos intensamente lenta, incluso en las escenas de acción mismas. Sin embargo, el peor error que comete Guerra es las concesiones de lógica que le realiza al universo para empujar la trama adelante: Personajes que entran a zonas de peligro de manera ridículamente fácil, agujeros en la historia, decisiones que no parecen ser coherente con las personalidades que se desarrollaron durante el filme, o incluso durante toda la trilogía. Ni hablar de la insistencia en un melodrama que no funciona: Reeves intenta noblemente que sientas un torbellino de emociones durante la duración, pero lamentablemente no es muy exitoso, ya que es más notable el esfuerzo que la misma ejecución. Quiero mencionar por último la adición del personaje de "Simio Malo" (Steve Zahn), que el guión cree que es más gracioso y tierno de lo que realmente es.
El Planeta de los Simios: La Guerra es bellísima en todos los aspectos técnicos y en papel, con una apreciable cuota de ambición que las otras películas de la trilogía carecían. No obstante, en el proceso, Wyatt pierde de vista lo que hizo a las entregas anteriores tan placenteras y exitosas: El factor de entretenimiento. Hay mucho para tener de él en Guerra, pero es una película que acumula error tras error entrando en el tercer acto, y uno puede tener solamente semejante misericordia como para perdonar tantas fallas a expensas de los intentos de todos los involucrados.

Nuestra Opinión: 6/10

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