Movie Critic: Ghost in the Shell

La versión americana del anime de culto de 1995, Ghost in the Shell, llega al cine de la mano de Rupert Sanders (Blancanieves y el Cazador) con Scarlett Johansson como protagonista. ¿Es este reboot tan bueno como el material original en el que se basó, o es un decepcionante intento en recrear de manera poco comprensiva la innovación de la película de Mamoru Oshii?

Vivimos en la era de la "película competente". No es una observación muy reveladora la que estoy haciendo. Varias personas, incluyendo directores como Ridley Scott y Martin Scorsese, han hecho comentarios parecidos. Los estudios, preocupados por la inmensa competencia que le hacen las plataformas de streaming al cine, piensan (erróneamente, en mi opinión) que lo único que pueden ofrecer de forma exclusiva son películas de alto presupuesto con énfasis en espectáculo en vez de narración. Seguro que podés ver películas como Doctor Strange o Rogue One en tu casa, ¿pero no preferís invertir en verla en su mayor expresión, con un sonido que maximice cada explosión, y una pantalla 3D lo suficientemente grande como para que aprecies todo efecto digital computarizado, y ahora incluso asientos que se mueven simulando las situaciones que viven los personajes en el filme? La película, así, resulta una maravilla para los sentidos, como una buena atracción en un parque de diversiones. ¿Pero el cine no es primero un arte? Y si bien no sería justo decir que estas películas no tienen absolutamente ningún valor artístico, ¿donde está realmente la prioridad? ¿En valor artístico o en emociones baratas? ¿En intelectualismo o euforia de corto plazo?
Tomemos Ghost in the Shell, el anime de 1995, como un ejemplo interesante a añadir a la conversación: Visualmente innovadora en su momento, con escenas de acción de alto octanaje realmente entretenidas pero, al mismo tiempo, una profundidad y complejidad filosófica que la hacen una de las películas más intrigantes del anime. Y aquí tenemos su par americano: Visualmente impecable, indudablemente entretenida y con un muy buen elenco...pero, no puedo dejar de pensar: ¿Qué más?
En el mundo de Ghost in the Shell, la línea entre el hombre y la tecnología se borró, y todas las personas pueden mejorar sus cuerpos, o "shells", manteniendo intacta su conciencia, o "ghost". Scarlett Johansson interpreta a Mira alias Major, una mujer que fue rescatada de un accidente marítimo en el cuál perdió a sus padres, y cuya conciencia fue insertada en una innovador cuerpo, convirtiéndola en un estilo de cyborg, el primero de su tipo:100% máquina, pero con una consciencia intacta adentro. Con un gran abanico de habilidades, Major se unirá a la fuerza policial del Distrito 9 comandada por un tal Aramaki (Takeshi Kitano), donde con la ayuda de su compañero Batou (Pilou Asbaek) intentaran encontrar a un hacker con el nombre de Kuze (Michael Pitt), que está causando estragos eliminando a los empleados de una empresa llamada Hanka (La responsable de crear la "shell" que habita Mira).
Estuve muy impresionado, en términos técnicos, con como esta versión live-action de Ghost in the Shell, resultó. El diseño de producción y la dirección de arte son sublimes, y ayudan a construir un mundo futurístico colorido y viviente que a veces quita el aliento. Ghost in the Shell es una película muy bonita. Si bien mucho en el diseño de los personajes y demás viene directamente inspirado del material original (E incluso algunas tomas y escenas), la cinematografía de Jess Hall (Transcendence, Hot Fuzz) es muy apreciable, con utilización de ambos planos inmensos en escenas de acción que explotan en colores, y planos más íntimos exquisitamente detallados en momentos "narrativos". Los efectos visuales son maravillosos, imaginativos y bien integrados, y si bien es triste dejar de lado la icónica banda sonora de Henji Kawai, Lorne Balfe (13 Hours) y Clint Mansell (Requiem por un Sueño) hace un buen trabajo en respetar el estilo impuesto por la música original, y al mismo tiempo creando un acompañamiento sonoro diverso y distinto.
El elenco es bastante bueno. Scarlett Johansson no será Alicia Vikander en Ex Machina, pero hace un buen trabajo en interpretar un robot de forma sensible y carismática. Es una actuación que pudo haber sido simple, pero Johansson se toma el tiempo de añadir sutilezas aquí y allá, que realmente hacen una diferencia. El resto del elenco acompaña, pero nunca brilla. Incluso Juliette Binoche, que interpreta a la doctora Ouelet, una de las ingenieras de Major, se ve limitada a un papel bastante unidimensional y sencillo. Aún así, ningún actor está mal considerando los papeles que se le han entregado.
Lo que me lleva al siguiente punto: Toda la complejidad que hace al anime tan especial está completamente ausente en Ghost in the Shell. Si, hay referencias, que probablemente solo capten aquellos fanáticos del material original, pero Rupert Sanders se limita a dirigir este reboot como una película de acción occidental, sin las pausas introspectivas o los momentos de reflexión interna que Mamoru Oshii introdujo de forma tan elegante en su filme. El guión de Jamie Moss (Street Kings) y William Wheeler (Reina de Katwe) es llevadero, pero poco tiene de interesante. Aquí surge el problema más grande de Ghost in the Shell. Comparada con la original, es ridículamente simple y directa, por lo tanto aliena a fanáticos y, al mismo tiempo, no ofrece nada nuevo a espectadores casuales. Incluso las escenas de acción, con un excesivo uso de cámara lenta, son poco excitantes.
No llamaría a Ghost in the Shell una película mala, o siquiera mediocre, porque se hace notar el extensivo trabajo que se hizo en aspectos cinemáticos. Si uno va a ver esta película, debería verla en la pantalla más grande con el mejor sonido para apreciarla del todo. Sin embargo, hoy en día, hay mil y un películas de alto presupuesto que ofrecen lo mismo. Son los guiones, los personajes, los riesgos narrativos y las direcciones innovadoras lo que hacen la diferencia.

Nuestra Opinión: 6/10