sábado, 4 de enero de 2014

Movie Critic: El Lobo de Wall Street

La temporada de premios comenzó hace rato, pero no podía empezar sin la gran película de Scorsese. El Lobo de Wall Street ya está en cines, mostrando todo su espectáculo de sexo, drogas y dinero. ¿Pero es un clásico instantáneo o un intento fallido? Click en ver más



Martin Scorsese definitivamente ha cambiado. Sus últimos proyectos (Hugo, La Isla Siniestra y definitivamente, El Lobo de Wall Street) son completamente diferentes a sus más famosos trabajos como Buenos Muchachos o Casino. El director a tomado por las riendas dramas más contemporáneos, cambiando la violencia por la psicología, o en este caso, la desnudez bochornosa, el repetido consumo de drogas, y suficientes malas palabras como para infartar a todas las monjas del planeta. El Lobo de Wall Street es una película sobre excesos, y por unas tres horas seremos parte de este despilfarro de humor crudo y mujeres desnudas para saber que Scorsese ha cambiado.
Primero, hablemos de que esta es una historia real, y es difícil aceptarlo ya que  no lo parece. Lo que era una trama común (Jordan Belfort es un corredor de inversiones que de un momento a otro pasa a ser uno de los ejecutivos más exitosos de Wall Street) se convierte en una delirante mezcla de perversión y locura. No es una película para cualquiera, y más de un fan de Scorsese se encontrará disgustado por la gran cantidad de contenido maduro en la película (A veces completamente innecesario). Mi experiencia es diferente: Durante las tres horas del filme nunca fui obligado a ver el reloj o a largar un bostezo. Mientras la película me incomodaba y me ponía en situaciones bastante ofensivas, me encontraba completamente inmerso en la rica historia y las fenomenales actuaciones. No es una de las obras más finas de Scorsese, ya que no intenta ser ni fina ni deleitable: Es una película grotesca, absurda y definitivamente inolvidable.
Leonardo DiCaprio merece el oscar. Va a ser difícil topar la intensidad y la carisma que el actor aporta al filme. Si bien Scorsese hace un buen trabajo detrás de cámara, y Terrence Winter escribió un guión que hace la película tan especial y única, la película es de DiCaprio, cuya interpretación de Jordan Belfort es tan alocada y al mismo tiempo tan ingenua que es imposible enamorarse en el instante que lo vemos ser absolutamente villanesco.
Volviendo al guión de Terrence Winter, los diálogos hacen de la película una joya de humor picante y negro. Repito, no es para todos, pero aquellos que están dispuestos a aguantar el exceso encontrarán una inteligente sátira al modo de vida americana de los ejecutivos, lleno de gritos, obscenidades, cocaína y prostitutas. El contenido sorprende, ya que no se espera de una película de Scorsese, y menos una con DiCaprio, pero no es peor que algunas otras películas en cartelera ahora mismo.
Además de DiCaprio, tenemos a Jonah Hill, en el que podemos confiar nuestras carcajadas desenfrenadas, y una corta pero memorable aparición de Matthew McCoughnagey. Después encontraremos un abundante mundo de personajes irreverentes y originales, de los cuáles llevaremos un poco de cada uno a casa.
En la primera mitad de la película, cuesta acostumbrarse al nuevo Scorsese que tenemos adelante, pero luego, cuando nos aclimatizamos con el delirio y la rapidez, encontraremos otra obra venerable del aclamado director, haciendo este filme no solo su mejor colaboración con DiCaprio, pero una de las mejores películas que salieron en este ciclo.
Nuestra opinión: 8.0

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