Movie Critic (Edición BAFICI 2018): Paisaje, Blue My Mind y Gabriel e a Montanha

Te traemos tres mini-críticas de tres películas de la Selección Internacional que pasaron por la primera semana del BAFICI: Paisaje, la ópera prima de Jimena Blanco; Blue My Mind, la ópera prima de la directora suiza Lisa Brühlmann; y Gabriel e a Montanha, el filme brasilero de Felipe Barbosa que tuvo su estreno en la Semana de la Crítica de Cannes del 2017.

Paisaje (2018, Argentina, Dir: Jimena Blanco)

Jimena Blanco, que se destacó como productora en grandes producciones argentinas como Al Final del Túnel y Tesis sobre un Homicidio, entre otras, salta al papel de directora con un trabajo en género que se ha vuelto muy popular en los últimos años como elección de ópera prima: la coming-of-age.
En el caso de Paisaje, el género se adecúa a una estructura particular ya que la trama tiene lugar en una noche: Cuatro amigas, interpretadas por Laura Grandinetti, Camila Rabinovich, Camila Vaccarini y Ana Waisbein, salen incógnito de Maschwitz hacia la ciudad para una noche de fiesta y conciertos de rock. En el medio de la euforia, se extravía una mochila, lo que desata una serie de eventos que deja a las chicas varadas en el microcentro en plena noche.
Las cuatro protagonistas de Paisaje son lo que realmente hacen al filme una experiencia memorable: No solo son muy buenas actrices, sino que la química entre ellas es intensa y palpable. Los primeros minutos de Paisaje son bastante silenciosos, con algún diálogo aquí y allá, pero el vínculo entre estas jóvenes se siente a todo momento. Blanco explicó al terminar el filme que esta era su primera vez dirigiendo actores, y si bien los personajes secundarios y extras dejan algo que desear, el trabajo que la realizadora hizo en las heroínas de la película es admirable.
La mirada femenina de Blanco aporta mucho al retratar el despertar sexual de las chicas, que es siempre mostrado de forma honesta y genuina, sin sexualizar de más. En el resto de los caminos usuales de la "coming-of-age", Paisaje se mantiene al pie de la letra, y no ofrece nada nuevo, lo que puede resultar en un sentimiento de déjà vu a través del desarrollo.
Mis problemas con Paisaje son más bien estéticos: Ivan Gierasinchuk y Blanco decidieron filmar todo en planos cortos, con poco aire, lo que hace a la experiencia un toque agobiante. La decisión estética, claramente intencionada para hacer sentir al espectador como "una mas del grupo", falla al convertirse rápidamente en un obstáculo para apreciar la historia.
Al fin y al cabo, Paisaje es una buena aunque algo cautelosa coming-of-age. Blanco no toma riesgos, optando por una propuesta más genuina y honesta. El espíritu adolescente está aquí presente, solo le falta un poquito de la acidez que lo caracteriza.

Nuestra Opinión: 6/10

Blue My Mind (2017, Suiza, Dir: Lisa Brühlmann)

Otra ópera prima coming-of-age, pero a diferencia de Paisaje, Blue My Mind es subversiva, retorcida y algo terrorífica. Con un tono decididamente más oscuro, y mucha influencia del género de "body horror", Blue My Mind es sin lugar a dudas original. Es también algo irritante.
La historia encuentra a Mia (Luna Wedler) mudándose a una nueva ciudad y entrando en un nuevo colegio en el que le cuesta encajar. Todo cambia cuando decide formar parte de la banda de chicos populares de la escuela: Un conjunto de niños ricachones y desagradables, con actitudes banales, con poco interés por lo académico y mayor afinidad por la rebeldía y el sexo. En el proceso, Mia se vuelve más y más agresiva a sus padres y...bueno...su cuerpo empieza a sufrir cambios interesantes.
Blue My Mind hace un excelente trabajo en retratar de forma cuasi-metafórica las ansiedades que trae la adolescencia, sobre todo respecto al cuerpo de uno mismo. A medida que el argumento se vuelve más loco, más cómodo me sentí con la visión que Brühlmann le quiso dar al filme. Sin embargo, es una lástima que los personajes principales sean tan insufribles. Si bien Wedler entrega una actuación espectacular como Mia, el guión hizo poco para hacerme sentir por ella. Blue My Mind es otro de los muchos casos de "coming-of-age" que intentan hacerte sentir empatía por un personaje adolescente que se comporta como un mocoso insolente a través de todo el filme. La evidencia más grande está en el tercer acto, que se siente vacío e incompleto.

Nuestra Opinión: 5/10

Gabriel e a Montanha (2017, Brasil, Dir: Felipe Barbosa)

Siguiendo los pasos de filmes como Into the Wild y Wild (El uso de "wild" en ambos títulos es mera coincidencia), Gabriel e a Montanha es otra película de mochileros que funciona como una carta de amor del director a un amigo difunto. Este grado de intimidad y personalidad del filme se muestra en el cariño que la película siente hacia el personaje de Gabriel, espectacularmente interpretado por el carismático Joao Pedro Zappa, incluso con sus fallas y defectos.

Gabriel e a Montanha cuenta justamente la historia real de Gabriel Buchmann, el estudiante brasilero que se fue de viaje por el mundo por un año. El filme se concentra en los últimos 70 días de su travesía, que tiene lugar en el continente de áfrica. Allí, Gabriel se cruzará con un montón de personajes y comunidades memorables, y hasta incluso pasará unas semanas intensas junto a su novia, Cristina (Caroline Abras, otra actuacion magnífica). El viaje culminará en el monte Mulanje de Malawi, donde el viaje de Gabriel tendrá un final inesperado.

Una de las cosas que más me sorprendió de Gabriel e a Montanha es como encara la dinámica de relación entre Cristina y Gabriel. Gracias a los actores y el excelente trabajo de Barbosa, la película tiene una de las representaciones más realistas de una pareja que he visto en el cine en mi vida. Más allá de ese aspecto particular, toda la película se siente genuina: Barbosa mezcla ficción con documental al utilizar algunas de las personas reales que Gabriel se cruzó en su viaje, al igual que utilizando clips de audio de los personajes en una retrospectiva de dicha travesía a través del filme. El hecho de que la película se sienta tan real hace que el devastador tercer acto sea más conmovedor, sobre todo viniendo de la intoxicante y encantadora serie de aventuras que Buchmann vive en los primeros dos actos.

Sin embargo, no me atrevería a llamar Gabriel e a Montanha un filme triste, sino más bien melancólico. Hay varias secuencias que capturan el espíritu jovial y aventurero que proviene del concepto del viaje de mochilero, y es imposible no sonreír más de una vez a medida que descubrimos Africa junto a Buchmann y compañía. Un especial aplauso a la cinematografía de Pedro Sotero, que captura la inmensa e inmaculada belleza del continente africano con elegancia cinematográfica y realismo documental. Una experiencia digna de vivir en el cine.

Nuestra Opinión: 8/10