miércoles, 25 de octubre de 2017

Movie Critic: El Seductor

Resultado de imagen para the beguiled 2017La nueva película de Sofía Coppola tuvo su debut en la selección oficial en el Festival de Cannes, y ganó una considerable cantidad de aplausos por parte de los críticos, incluso otorgándole a la directora el premio a Mejor Director del festival. ¿Merece semejantes aplausos?


Es interesante ver como el cine de Coppola evolucionó desde un estilo cuasi-mumblecore, refinado pero cubierto de un sello propio fácilmente reconocible, a reversiones de género cada vez más excéntricas (La biopic de María Antonieta, la película de estafa de Ladrones de la Fama). Ahora, Coppola incursiona en el género del "potboiler" con una remake del clásico de culto de 1971 del mismo nombre, protagonizada por Clint Eastwood.
De hecho, una de las novedades de esta remake es la mirada "femenina" que le otorga la directora a la trama en general. Si bien el personaje de Eastwood aquí revive en el papel de Colin Farrell, la película parece desviar el protagonismo hacia el elenco femenino del filme. El argumento es básicamente el mismo: En plena guerra civil americana, Corporal McBurney (Farrell), un soldado del ejército del norte estadounidense, se encuentra herido en los bosques de Virginia. Allí lo haya Amy (Oona Laurence), quien lleva al soldado herido al instituto católico de niñas donde ella reside, dirigido por la estricta pero eficaz Miss Martha (Nicole Kidman) y su segunda mano, Edwina (Kirsten Dunst). Lentamente, la situación de tener un enemigo del ejército de la Unión en su casa va construyendo tensión de todo tipo entre las habitantes del instituto.
Es difícil no sucumbir ante el encanto decididamente superficial de El Seductor: Filmada en 35mm, con una densa y decadente fotografía por Philippe Le Sourd, la película tiene una estética descomunalmente bella. La excelente dirección de arte de Jennifer Deghan y el perfecto tono ideado por Coppola para el desarrollo del filme, junto a un admirable trabajo de iluminación, sumergen fácilmente al espectador en un universo conciso y delicioso. Tal como en Maria Antonieta, no sería raro referirse a esta película como "comestible", un estilo de "postre" difícil de resistir.
No hay duda, pues, que estamos hablando de un proyecto diseñado y ejecutado con cuidado. En toda su simultánea simplicidad y profesionalismo, Coppola entrega aquí uno de sus filmes más accesibles, una entretenida y apropiadamente solemne pieza de suspenso que nunca revienta como un blockbuster, pero tampoco se estanca en pretensión como una indie (Te estoy mirando a vos, Somewhere: En Un Lugar del Corazón).
Y a pesar de toda la pericia técnica, El Seductor cae en el único punto que parecería encontrar excusas para caer: El guión. Teniendo en cuenta que ya la película original no incursionaba de forma muy profunda en los personajes que habitaban su historia, esta nueva versión de la trama poco hace para avanzar sobre las imperfecciones del material que adapta. Excepto por el personaje de Farrell y Kidman (Y hasta cierto punto, diría yo), el resto del elenco se limita a papeles unidimensionales aburridos y predecibles (De más está decir que el elencazo hace lo que puede con lo que se les dió). Dicho problema se hace inmediatamente evidente al ver las interacciones entre los personajes: Si bien empujan la trama adelante y construyen algo de tensión, sus conversaciones se ven completamente vacías de contenido emocional o de cualquier cosa que nos haga tener una idea de donde están parados en la situación en que se encuentran. Entrando al tercer acto, con sus giros y regodeos, poco sentimos por los personajes que están en pantalla. En otras palabras, el suspenso se ve y se siente, pero no está atado a nada. Está suelto, sin dirección, esparcido en un clima bellamente fotografiado.
Al fin y al cabo, no hay sorpresa: El Seductor es otra película de Coppola, una algo refrescante adición a su filmografía, pero parte de ella en su esencia sin más. Magistralmente producida, cinematográficamente clara y fina como el cristal pero, por lo menos en lo que me incumbe, hueca. Vengan por los visuales, quédense por los visuales.

Nuestra Opinión: 6/10

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