martes, 2 de mayo de 2017

Movie Critic: Personal Shopper

Resultado de imagen para personal shopperLa nueva película de Olivier Assayas, y su segunda colaboración con Kristen Stewart, es una producción francesa que se estrenó en el festival de Cannes el año pasado a inesperados abucheos. Ahora está en los cines de nuestro país. ¿Vale la pena ver este trabajo del director?

Estoy comenzando a pensar que Assayas, con sus 62 años de edad, tiene una obsesión con la tecnología, específicamente Google y todo lo que este engloba.
Para explicarme, tomemos en cuenta la muy sólida El Otro Lado del Éxito, su primera colaboración con Stewart. En esta película, coprotagonizada por Juliette Binoche, vemos a ambos personajes constantemente usar el buscador a través de celulares, notebooks y tablets para averiguar sobre lugares, personalidades y ver vídeos de entrevistas o noticias. Quizás todas estas tomas y secuencias parezcan muy irrelevantes al tenerlas en cuenta dentro del universo de aquella película, pero en Personal Shopper, Assayas lo hace de nuevo. El personaje de Stewart pasa un gran porcentaje de la película mirando videos en youtube, mandando mensajes de texto o esperándolos de manera agobiante. En cierto modo, nos encontramos nuevamente ante un personaje intensamente solitario, como aquellos de su anterior proyecto, que si bien era una dupla de mujeres que compartían una muy sutil pero intensa tensión sexual, parecían mas conectadas con ellas mismas que con el resto del mundo, ni hablar entre ellas. ¿Sobre-análisis? Puede ser, ya que si bien creo fuertemente que la tecnología es un tema (entre muchos) muy presente en Personal Shopper, no se acerca en nada a ser el principal. Assayas, en concepto, tiene una propuesta bastante simple: Una historia de fantasmas que NO es de terror. Sin embargo, como suele suceder con el director francés, sus historias y personajes son todo menos simples.
Maureen Cartwright (Kristen Stewart) es la compradora personal de Kyra (Nora von Waldstatten), una celebridad francesa. Odia su trabajo, que consiste en ir a locales de ropa muy caros a retirar indumentaria para su jefa, cuya personalidad la hace difícil de querer. Al mismo tiempo, Maureen se encuentra actualmente en un proceso de luto, ya que su hermano Lewis murió. Sin embargo, caracterizándose como médium, Maureen busca entrar en contacto con el espíritu de su hermano, una creencia que él mismo influenció en ella durante su vida terrenal. Y hasta aquí se desarrolla el argumento inicial, que luego deriva en un estilo de thriller-misterio-drama-sátira con una variedad de tonos y temáticas y secuencias que hacen una película, por lo menos, muy dinámica.
Assayas y Stewart demuestran una vez más complementarse muy bien. Stewart demostró ser una muy buena actriz en El Otro Lado del Éxito, pero muchos de los cínicos la encontraron opacada por la figura de Binoche. Acá, Stewart carga toda la película en sus hombros. La mayoría del tiempo, ella está sola, sin elenco quien acompañe, interactuando con su medio o con su propia psiquis. Es una actuación difícil, interesante y merecida de muchos aplausos. Mucho del crédito se le debe dar a Assayas, que no solo conoce muy bien a la actriz y al personaje, y sabe como posicionar ambas a máximo efecto, sino que también se da el lujo de experimentar a grandes resultados. No será una película de horror, y a veces incluso se puede hacer el caso que es una parodia de las mismas, pero hay escenas que se asemejan eficazmente, como dos secuencias en el primer acto que se llevan a cabo en una mansión abandonada. Perfectamente iluminadas y filmadas, con claustrofóbicos acercamientos y una muy tensa y misteriosa oscuridad, parecen salidas de una película de James Wan (Yorick Le Saux, frecuente colaborador de Assayas, merece parte del crédito en el departamento de la fotografía).
Pero aquí no terminan los experimentos de Assayas, con constantes cambios de género y tono, como hemos mencionado anteriormente, y el muy prominente uso del celular y, más específicamente, los SMS como herramienta de narración. Y no, no queda como un director en sus años avanzados intentando desesperadamente mantenerse relevante. Dichos elementos están muy bien integrados en la historia, y eso es excelente trabajo de dirección y guión (Todo obra de Assayas).
Assayas sacrifica mucho por la integridad artística y temática de la historia que quiere contar. Aquí no hay respuestas fáciles o una estructura narrativa del todo lineal. Ni siquiera hay muchas pistas visuales. Todo hace a la experiencia de ver Personal Shopper muy polarizante. Algunos (como yo) encontraran la ambigüedad del filme atrapante y cautivadora, si bien por momentos un poco tonta y llevada al extremo. Otros, que esperan más coherencia e uniformidad en cuanto a género, ritmo y tono, se verán confundidos y enfadados. Creo que el momento decisivo en el que la audiencia se divide es el tercer acto, y más que nada el final en sí: Algunos lo verán abrupto, otros innecesario, otros perfecto, pero probablemente cause más de una impresión a cualquiera que lo vea, y es muy seguro que deje al espectador pensando. Assayas ama hacer eso.
Personal Shopper es una película a la cual se debe regresar para apreciar por completo. Últimamente me encuentro diciendo esto sobre muchos filmes, pero del cineasta francés no esperaba menos. Es la historia de un personaje que se encuentra rodeado por fantasmas, literales y metafóricos, por un pasado que la marcó y un futuro incierto que se aproxima. Es una historia sobre la tecnología y la manera en que esta nos aísla del mundo externo. Es una historia sobre conexiones astrales, sobre sangre familiar y la existencia de vínculos invisibles entre las personas. Es, incluso, una historia sobre soledad, sobre lo que la misma nos lleva a hacer. Es un director que no frena en su incansable tarea de agotar las neuronas del espectador, y luego esperar que aquellos que sobrevivan a la tarea regresen, una vez más, a experimentar, junto a él, en un mundo de enigmáticas posibilidades.

Nuestra Opinión: 9/10

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