La comedia que abrió el BAFICI pasado tuvo su estreno el día de hoy en las salas comerciales del país. Una comedia protagonizada por Pilar Gamboa, Santiago Gobernori y Valentín Oliva (Wos) sobre el reencuentro en la costa atlántica de una familia bastante particular.
Lo primero que llama la atención del cuarto trabajo de ficción de Juan Villegas como director es el ambiguo título: Si refiere a la ciudad de Las Vegas, Nevada, es claramente un paralelismo irónico a la ciudad/pueblo de Villa Gesell, donde transcurren los hechos de al trama. Si refiere al fenómeno geográfico, entonces hace alusiones a no solo la ubicación de Villa Gesell en la Costa Atlántica, sino mas bien a la situación de la familia que protagoniza el filme: Ellos representarían un estilo de cauce vacío, que de repente se inunda, para bien y para mal.
Villegas aquí nos trae una película de género, quizás del género más cómodo y visitado en el ámbito del cine independiente: La comedia sobre la familia disfuncional. Entre los pequeños ríncones que dicho género parece haberse subdividido en los últimos años,
Las Vegas se ubica perfectamente en las comedias amargas sobre gente horrible que en el fondo se quiere pero exteriorizan dicho amor de forma cómicamente agresiva y desagradable. Dicho clima se establece en la secuencia inicial, en la cual se muestra la desmedida ira y desatados nervios de Laura (Una hilarante Gamboa, que con esto y
La Flor se está convirtiendo en la "it girl" del cine independiente argentino), y su problemática relación con su hijo Pablo (Oliva). Dicha dinámica se complica aún más cuando, al llegar a su departamento, se encuentran con que en el mismo edificio están Pablo (Gobernori), ex-esposo de Laura y padre de Pablo, junto a su nueva novia Candela (Valeria Santa). El reencuentro será más incómodo y lleno de pasivo-agresividades en vez de agradable, empujando a esta familia rota a encontrar puntos de cierre sobre asuntos del pasado.
La historia se ha visto una y mil veces, y Villegas no intenta retorcer ningún cliché o experimentar con la estructura del género. Aún así, el director logra construir lentamente puetnes de entendimiento entre la audiencia y los personajes, que comienzan siendo una especie de extraterrestres ridículos y terminan siendo entrañables miembros de una misma tribu. El guión es divertido, quizás lo más importante en una obra de este estilo, con diálogos rápidos y chistes recurrentes que funcionan muy bien.
Si
Las Vegas realmente sufre de algo es de la falta de presupuesto y de un director que todavía no sabe como aprovechar el cien por ciento de él. Las escenas con extras, especialmente, son notablemente desprolijas, dirigidas de forma más bien amateur. Villegas tiene éxito cuando los personajes están a solas hablando, más que cuando son acompañados por multitudes, incluso cuando estas están a la distancia.
Las Vegas no es nada que no haya sido visto en el cine argentino, pero es dentro de todo una disfrutable experiencia para ver en una sala llena con gente involucrada en el humor. Se me ocurren peores situaciones que estar dentro de un cine riendo un rato.
Nuestra Opinión: 6/10
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